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  Mujeres - Autodefensas
 

 

Bloque: Bloque Central Bolivar - BCB-
Nombre: Sandra.
Alias: Diana.

¿Qué sucedió después de la desmovilización?

Después de la desmovilización y que nos entregaron la primera ayuda humanitaria por $358.000 pesos, lo primero que yo hice fue coger un bus y arrancar para Bogotá.


¿Por qué para Bogotá?

Me vine por una cosa sencilla, la primera por seguridad, yo que he andado tanto, y en tantas partes me conocen, no es fácil quedarme en un pueblo, una cosa era cuando estaba en el grupo y otra cosa es desmovilizada. Allá me pueden declarar objetivo militar, en una época hice cosas respaldadas por una organización, pero tenía respaldo, no me podían tocar, pero ya llegar a ser una simple civil de común y corriente es más preocupante; y lo otro es porque aquí hay oportunidades de empleo, de estudio, y pues uno considera que Bogotá es una ciudad tan grande que aquí nadie se encuentra con nadie.

Llegue aquí y lo primero que me golpeo fue el clima, empezando por ahí. La gente, porque uno viene acostumbrado normalmente de unas regiones de clima caliente y gente cálida, es un poco más humana y llega uno aquí y por ejemplo en la calle uno pregunta la hora o pregunta una dirección y la gente lo mira de arriba abajo y sale corriendo, solamente por el acento te van identificando o asociando con algún tipo de región, entonces eso si es un choque muy difícil.

De por sí que llegar a una ciudad y encontrarse envuelto en una selva de cemento es bastante complicado, buscar arriendo es muy difícil porque una persona desmovilizada que como yo duró tanto tiempo en una organización, yo no tengo personas que me puedan recomendar de un ámbito que uno pueda presentar, yo no puedo decir, oiga es que el señor Jorge 40 me recomienda, ¿ya?.

Si le vienen a pedir a usted una carta laboral, usted donde ha trabajado, un historial laboral donde ha trabajado, recomendaciones familiares, personales, comerciales, ¿quién? Eso es muy verraco, aquí tiene uno que llegar y que impere la ley de la mentira, aquí a todos les toca decir mentiras para poderse abrir un campo.


¿Cómo fue la búsqueda de empleo?

Lo del empleo, cuando llegue aquí no había terminado la primaria y mucho menos el bachillerato, y si una persona aquí en Bogotá profesional se ve en las que se ve para conseguir empleo, que será uno que acaba de venir del monte y lo único que sabe es gatillar, que viene hablando hasta en código porque eso no se le quita a uno fácilmente, el tono de voz también.

De llegar y pasar una hoja de vida y el mejor puesto es de secretaria, al lado uno encuentra contadora, secretaria ejecutiva bilingüe no sé que cosa, contra uno que a duras penas en esa época apenas había terminado un bachillerato, fue muy difícil, de por sí que me miraban de arriba abajo como bicho raro.

Para una mujer ha sido también complicado porque yo como mujer uno va perdiendo la feminidad, de cómo se viste, cómo le habla al otro, cómo camina, porque a veces uno camina como un hombre.


¿Qué está haciendo actualmente?

Con el estudio, validé la primaria, validé el bachillerato y estoy haciendo un cursito ahí en el Politécnico, un cursito de sistemas que uno cree que es básico porque hoy en día todo es sistemas, internet, todo es por computador, una cita médica también es por internet, si usted no sabe internet está fuera de onda.

En este momento estoy trabajando en un programa de conversatorios testimoniales en la Secretaría de Gobierno, con el Programa de Atención al Proceso de Desmovilización con la gente que estamos aquí en Bogotá. Eso sí, para que le digo pero es importante porque esa es gente que uno le da la mano y le dice ubíquese y nosotros le podemos ayudar. Es un tipo de conversatorios en los cuales vamos tres personas que integramos un equipo, por ejemplo: es un ex combatiente de las Autodefensas, un ex combatiente de las guerrillas y un representante de las víctimas, así podemos dar las tres versiones de lo que ha sido nuestra vida, por qué ingresamos a un grupo, de todo lo que ha pasado con una víctima y qué pensamos hoy en día, cuáles son las expectativas de vida que tenemos, muchas cosa.


¿Le han hecho ofrecimientos para volver a una Organización Armada Ilegal?

Claro, esos ofrecimientos son los que sobran. Por ejemplo le preguntan ¿usted que sabe hacer? A usted la llamaban en el grupo Dianita por decir algo, es que me han hablado mucho de usted, ¿no está interesada en volver a trabajar?. Entonces uno dice, pero ¿para qué? Ellos responden, es que ahorita si se está pagando, están pagando $1000.000, $1.200.000, y uno acá en esta civil cuanto sufre para ganarse $1.200.000, póngase usted a pensar el mínimo en cuanto está, haga comparación de costos a lo que ganas, es muy difícil, esa es una oferta súper tentadora por Dios.

Si cuando yo estuve desempleada me ofrecieron, ahorita que estoy trabajado me han ofrecido regresar, pero no pienso en devolverme, yo tengo muchas cosas aquí, en estos tres años y algo que llevo en este proceso he avanzado mucho, he ganado mucho y ya no quiero saber más de esa mierda, ya no quiero saber más de eso, eso me supo a cacho, esa vaina de que parece aquí, preséntese, ordenes aquí, todas son ordenes no, yo tengo un hijo, yo soy madre soltera, yo tengo un hijo por quien salir adelante, tengo unos hermanos que esperan muchas cosa de mí y yo estoy aportándole a esto.

Esto es verraco, pa’ que, pero esto es hijueputa, día tras día uno con problemas una cosa y la otra, ahorita yo ya voy a quedar sin trabajo y tengo que pensar ¿qué voy a hacer?, me pongo en la esquina a vender arepa o me voy a gatillar, porque eso es lo que más ofrecen.

Así cambie de número de celular una y otra vez me ubican y no se sabe cómo. Yo conozco de gente que está aquí, están activos y no tienen problemas aquí en Bogotá, aparentemente están trabajando en una empresa, están asistiendo a un psicosocial común y corriente y son por ejemplo cosas de las que uno no se queja pero si deja un malestar porque la ayuda humanitaria a esas personas si les llega y uno que está aportándole realmente de corazón a esta vaina para todo le ponen trabas, esa es la ley, no hay equidad, y le vienen a hacer a uno como fieros, es que a mí me pagaron, es que estoy trabajando, le dicen a uno estoy trabajando en una empresa y me estoy ganado un mínimo, estoy en esto y me estoy ganando $1.200.000, son $1.700.000 al mes por Dios.

Hasta el momento no me han propuesto hacer parte de ninguna organización de desmovilizados, si me hicieran la propuesta habría que ver ¿qué es lo que se plantea?, porque no solamente uno va a estar en un sitio por estarlo.

 

Bloque: Héroes y Mártires de Guática
Nombre: Daniela.
Alias: La gringa.


¿Por qué ingresó a las Autodefensas Unidas de Colombia?

Yo ingresé a las Autodefensas por dinero, por ambición, trabajaba como enfermera en un hospital en Pereira y el médico que tenía vínculos con las AUC me dijo que fuéramos a un sitio a curar unos heridos, me fui con él y cuando llegué dije “por qué me traen acá si el ejército tiene médicos en cantidad”. El médico con quien yo iba me dijo “cual ejercito, estos son los paracos”.

En principio, me puse un poco nerviosa y no tenía conciencia de que estaba curando gente que pertenecía a un grupo armado ilegal, en ese sitio permanecí 4 días y me dieron $1’500.000; el trato de ellos hacia mí fue muy bueno y la plata que me gane por ese trabajo me cayó muy bien, porque fue muy fácil y en muy poco tiempo, entonces dije “si esto me lo dan por 4 días que será por un mes, pero me equivoque.

¿Qué actos buenos realizaban?

Lo que yo pude ver en el bloque en Risaralda fue que ellos cuidaban mucho a los hacendados, el comandante se preocupaba mucho por la comunidad, la parte social era muy importante para él, claro que el que la hacia la pagaba con la vida para que las cosas no se fueran a salir de las manos, pero se le daba mucha protección a la población civil con la intención de que la guerrilla no abusara de ellos.

¿Qué fue lo que más le gustó y lo que menos le gustó de las Autodefensas?

Yo creo que lo que más me gustó de las Autodefensas fue que en esos grupos había gente con mucha calidad humana, con mucho sentimiento a pesar de la circunstancia, yo fui a salvar vidas y me siento bien porque fueron muchas las que salvé.

Lo que menos me gustó fue las injusticias que se cometían en contra de la población civil, porque se supone que las AUC fueron creadas para contrarrestar las acciones de la guerrilla en contra de los pueblos, y ahora me pongo a pensar que ellos hacían lo mismo que hacía la guerrilla, había violaciones, desplazamientos y lo más lamentable era que en esa guerra, “un fusil valía más que una vida”.

¿De qué manera actuaban?

Yo diría que había mucho desorden, mucha indisciplina, cuando el comandante estaba todo el mundo marchaba a la perfección, pero cuando no estaba tobo el mundo quería hacer lo que le daba la gana. Aun que había mucha empatía entre los miembros del grupo, todo se rompía cuando alguien de nosotros la embarraba y había que matarlo delante de toda la tropa.

¿Qué trabajo específicamente realizaba usted en las AUC?


A parte de ser enfermera, me daba mucho susto hacer otras cosas, porque no es fácil para una mujer estar en medio de tantos hombres, el comandante en todo momento me invitaba a dormir con él, pero mi respuesta era no, un cierto día el estaba de mal genio y me pegó, me tumbó y me metió la trompetilla del fusil en la boca, empezó a tocarme, me costó mucho acostumbrarme a esa vida, a bañarme con los hombres, pero las otras mujeres si lo hacían. En ese entonces me pagaban $ 600.000 pesos, yo era muy humana, me tocaba darle la comida a los heridos con mis propias manos, pero después de un tiempo me dieron entrenamiento militar por un tiempo de mes y medio. Muchas veces estuve en combates pero muy pocas veces disparé, muy pocas veces me tocó ranchar, nunca presté guardia.

¿Qué es participación política?

Esa pregunta es un tanto difícil de responder, porque lo que yo viví en todos los bloques donde estuve era diferente, si no había comandantes mujeres, menos se podía tener participación política, pues en las AUC la mayoría de las mujeres eran prostitutas invitadas por el comandante general.

¿Específicamente que clase de participación política tuvo usted en las Autodefensas Unidas de Colombia?

Yo pienso que la participación política de las mujeres en las Autodefensas se daba más con la comunidad, cuando llegábamos a un caserío, yo me tomaba el trabajo de ir de casa en casa preguntado quien estaba enfermo para poder darle atención en la medida de lo posible, todo esto me causaba muchos problemas, pero igual yo lo hacía, porque esa población aunque eran tildados de colaboradores de la guerrilla, ante todo eran seres humanos. Hice más que todo trabajos de atención a las comunidades a pesar de no ser apoyada por los comandantes.

¿A qué se llegaba con esta participación política?


Estas personas civiles que siempre fueron tildados por algunos comandantes como colaboradores de la guerrilla, eran los que cada vez que llegaban los militares o había alguien extraño en la región nos avisaban para que tuviéramos al tanto de la situación, pues para mí era importante esta clase de participación política porque me permitía conocer el pensamiento de ellos y las lealtades que se pudieran crear entre las Autodefensas y la población civil, para poder desarrollar un trabajo mancomunado; esto también se hacía con el objetivo de crear alianzas entre ellos y nosotros.

¿En el grupo dónde usted estuvo, las mujeres podían tener pareja?


Si, se puede tener relación libremente en la medida en que esto no interfiera con el trabajo, porque siempre se ha dicho que “hombre de guerra no se enamora”. Mi pareja era comandante de contraguerrilla y lo enviaron a hacer un trabajo de inteligencia y se torció por eso le metieron la matada del siglo.

¿Cómo era un día de una mujer en las AUC?

En la guerra no se tiene descanso, tanto hombres como mujeres hacíamos lo mismo, cargábamos víveres, hacíamos el rancho, también se combatía, pero la mujer en la guerra pierde su delicadeza, sus principios, conocí una mujer estando en el grupo que había estado con 450 paracos y lo decía con orgullo; yo como enfermera conozco más hombres desnudos que una prostituta porque me consideraba una experta en curar enfermedades venéreas. Tenía una burrita y era la mujer de la mayoría de los combatientes en ese grupo, porque todas las noches tiraban con ella.

Hoy la gran mayoría de las mujeres que estuvieron en las Autodefensas trabajan en la prostitución, lo que me da motivos para decir que la guerra es una mierda que no sirve para nada, una estupidez.



 

 
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